Menos de un segundo tardé en reconocer su letra. Su letra veloz.
Rabiosa. Cabreada. Después de días de no dependencia, de enfado, de no
verse, de no pronunciarse. Abrí el anotador con el pulso oscilante.
Comencé a leer con titubeos, para acabar atiborrando las palabras, una
detrás otra:
Nos besamos hasta la resurrección de la carne, revocar la ley de la
gravedad, el único idioma era el lo que exhalábamos, el espacio se
mudaba cada beso, más fuerte, más duro, sólo correspondía amar,sin
conmigo y sólo contigo.
Y cuando tu perfume estaba apunto de matarme...
El amor es así. Te tumba de un golpe y sin aviso. Tu risa estalló un
buen rato en mi cabeza. Esa persona que todo el mundo busca para sí.
Ese amor.
Me fui a buscarme o perderme por siempre hasta envejecer.
AbrilV.
