Monday, February 25, 2019

Cuento

Había una vez un hombre formado
de utopías, sexo, planes y calcio.
Un día se le escaparon las ilusiones,
pero sus ideas mantuvieron caliente su cuerpo.
Cuando tuvo la mejor de ellas,
apostó todo,
sabiendo que el exilio a la nada era una posibilidad
por culpa de alguna hormona eufórica
o alguna palabra sentenciada por error.


AbrilV.

Friday, February 22, 2019

Ayer

Fue un ayer difuso, embarullado más bien,
lo veo bajo esa luz sutil, 
propia de las memorias que hacen al pasado
un poco más vivo.

El fulgor en los ojos, ese resplandor único,
me niego a aceptar que sólo es espejo
de la luz. 

El tratar de descifrar el ayer
no sirve para decolorar el juicio.

El tiempo no borra la confinidad, la respiración,
el beso, la lengua exquisita, y el irreparable derrumbe
al vacío de los ojos.

Rememoramos procesos.
No hay tiempo que pueda
robarse lo que se obró para ser infinito.

Cómo algo tan efímero, tan distante,
se perpetúe en tiempo y espacio.

Hoy descubrí que el ayer es en realidad
nuestra conquista imposible.

AbrilV.

Thursday, February 21, 2019

Bersa

El gélido metal de la pistola Bersa de su difunta esposa 
era lo único que tenía para abrigarle el alma en esos sombríos momentos. 

El ruido era como de garras, tac-tac-tac,
las pisadas eran pausadas y fatigosas, 
se escuchaban como expectantes, esperándome.  

La cosa se había trasladado a la otra punta de la habitación, y para ese entonces, 
el hombre llevaba un cuarto de hora inmóvil en la cama, en silencio, 
examinando en la oscuridad, apneótico, tratando 
de descubrir la naturaleza de tal abominación.

Las gotas de transpiración fría chorreando de su mandíbula,
parecían destellos a la luz que se inmiscuía por el ventanal. 
Solo el vidrio distaba la pesada selva del interior de su dormitorio.

La cosa se posó en el centro del cuarto, las pezuñas o las garras empezaron a rasgar, 
tratando de perforar la superficie para atravesarlo. 

El ruido se hizo inaguantable y chillón entonces envuelto en pánico 
en un rapto de supervivencia decidió traicionarse prendiendo la luz 
para confrontar al mismísimo lucifer. 

La madera estaba cediéndose, el peso empezó a vencer las vigas de metal, 
él apuntó el arma hacia la bestia y gatilló varias veces, tac-tac-tac-, 
la puta madre, la pistola no estaba cargadale habían sacado las balas por seguridad.