Tuesday, April 29, 2014

Y así nos acompañamos, piel con piel, olvidando remotos presentes, labios con piel, proyectando quimeras de un futuro.

Abriles pasan y la condena no pasa. Fuego, carne, éxtasis.

Maravillosa cópula nos atrapa, nos une y derrite.

Punta taco, taco punta; escapo de la habitación. De nosotras.

Era en julio, en septiembre y en diciembre. Era, es y será.

Abrilv

Corpiños

Antes que tu cara, llegó primero tu olor.
Aquel olor de las noches álgidas
cuando nos desvestíamos el alma
y hacíamos el amor sin rozarnos.

Gotas suaves que escapan de tu ombligo, la respiración a agitada de un poema con final divino.
El éxtasis se deja tentar por la calma de la noche y descansa.
La habitación se queda sin palabras.

Tengo el pecho tatuado con el tuyo, tus piernas refugian mi cintura
y el reloj esconde su tic-tac
bajo nuestra almohada.

Y entonces, el alba se introdujo en su cuerpo y sus pechos se volvieron rosas.
Desde aquella vez, resplandecen sus ojos cuando me mira.

El día ve dilapidada la ropa interior de la noche. Inspira, suspira.
Oscurece y aún la protege mojada de ilusión.

Abrilv